Skip to Main Content

El elemento perdido

Inspirando compasión por la condición humana

Published by ITI En Espanol
Distributed by Simon & Schuster

About The Book

Silverman nos enseña a conocernos a través de los arquetipos y a identificar el elemento más débil desde la compasión

• Se basa en la sabiduría de nuestros antepasados, quienes comprendían las cuatro direcciones, los cuatro elementos y las cuatro nobles verdades

• Demuestra el importante papel del “observador”, aquella parte de ti que puede mantenerse al margen de los juicios y verte con un enfoque más sabio y compasivo

• Ofrece herramientas para determinar la mezcla de elementos de tu personalidad e identificar el más débil para evitar seguir repitiendo patrones negativos

El elemento perdido fue escrito para todos los que sentimos que algo está “mal” con nosotros, que somos raros o fuera de lo normal. Basándose en su profundo conocimiento espiritual y sensibilidad, Debra Silverman busca ayudarte a ver más allá de los defectos percibidos para encontrar tu “verdadero” yo, tus dones y tu lugar en el mundo.

Fusionando la psicología y la espiritualidad, Silverman ofrece formas de acoger y hacer la paz con nosotros mismos para poder ser seres más poderosos y efectivos. Sus enseñanzas provienen de la sabiduría de los antepasados. Por medio de los tipos de personalidades basados en los cuatro elementos, la autora revela que el dolor que sientes es específico a tu personalidad y que tus problemas se repetirán una y otra vez hasta que te veas a ti y a otros desde el punto de vista compasivo que nos une a todos.

El elemento perdido es una invitación a buscar la sabiduría antigua, para ayudar en tu crecimiento . . . Por eso encontraste este libro.

Excerpt

De la Introducción



¿Si te dijera que las partes de tu personalidad que más te disgustan, las más raras, las más extravagantes, las más indeseables, las que estás seguro de que, si las ven los demás, te quedarás sin amigos, sin trabajo y sin amor, son las puertas a tu paz interior y a tu felicidad?

¿Y si te dijera que todo lo que crees que está mal en ti, en realidad está bien y que todo lo que necesitas es darte permiso para dejar salir esas partes vergonzosas y ocultas para que por fin puedas ser libre de ser en verdad quién eres? ¿Y si te dijera que aprender a ser en verdad quién eres es una parte importante para sanar nuestro mundo?

Todo está al revés. A la mayoría de nosotros nos han educado para actuar como niñas y niños buenos y civilizados, para ocultar los aspectos de nosotros mismos que podrían ser inapropiados o que podrían molestar a la gente. No es una mala táctica de supervivencia, si no te importa sufrir

la mayor parte del tiempo, que es lo que ocurre cuando solo dejas ver tu supuesto lado bueno.

Este es un libro que va en contra de toda esa formación temprana sobre cómo ser “normal”, que para mí no es más que una programación, como la de cualquier electrodoméstico. En todos mis años de práctica privada, no he conocido a ninguna persona normal. Ni una.

Esta es una historia sobre el permiso que te das a ti mismo para inclinarte hacia las partes más duras y menos queridas de tu persona y darles un poco de aire, lo que desde mi punto de vista como terapeuta y astróloga, es la clave de tu libertad, tu derecho de nacimiento.

Se trata de los elementos. Tú, yo y todos los que andan por el planeta estamos hechos de cuatro elementos básicos: agua, aire, tierra y fuego. Cuando sufrimos, significa que estos elementos están desequilibrados en nuestras vidas. La clave es ser capaz de discernir y etiquetar tu estilo

único. Puede que seas una persona acuosa, emocional y sentimental que no siempre se siente cómoda con su voz, su aire. O tal vez seas del tipo terrenal, que necesita limpiar y organizar antes de salir de casa para sentirse bien y que echa de menos la diversión en la vida, su fuego.

No importa qué tipo de personalidad tengas. La clave es convertirte en el observador, activar el aspecto de ti mismo que solo es testigo, que no se queda en el auto juicio, sino que se da cuenta de quién eres sin tratar de cambiarte ni un poco. Es así de sencillo.

Conociendo los elementos



AGUA es el elemento de la meditación, la quietud y la pureza del amor. Es nuestro cuerpo de sentimientos. El agua transporta los recuerdos, la historia y las líneas de sangre. Es el cuerpo emocional que puede arrastrar las heridas y las decepciones mucho tiempo después de que se cuente la historia. Somos el eco de nuestro pasado a través de la huella de nuestros antepasados.

El uso adecuado del agua es saber liberar y perdonar el pasado. El agua, utilizada de la forma correcta, proporciona profundidad espiritual y alimenta la fe, incluso cuando es difícil mantener

la esperanza. La estabilidad emocional y la sabiduría son la medicina para la depresión y la adicción. El agua saludable nos permite ser sanadores para que podamos ser capaces de sentir y procesar nuestros sentimientos en tiempo real sin arrastrar el pasado. El agua en su máxima expresión es el ejemplo del dalái lama, que perdona incluso a quienes le han violado.

Si eres AGUA… se te permite llorar, adormecerte, acercarte o alejarte bajo tus propios términos, imprevisibles y secretos. Puedes tomarte un tiempo lejos del ruido y el bullicio, pero prometiendo volver con tu sonrisa cariñosa y tu deseo de estar con nosotros tal y como somos. Te gusta la tranquilidad y estar solo, puedes ser propenso a la depresión, a comer en exceso o a beber. A medida que envejezcas, te volverás más sano y te preocuparás más por el cuidado de ti mismo. Con el tiempo, la autoaceptación te ayudará a darte cuenta de que nadie es normal, que está bien sentirse extraño entre los demás. La meditación es la forma más segura de encontrar paz y calma. Tu mayor reto es aprender a pedir ayuda.

AIRE representa la mente y nuestra capacidad de hablar, dar lenguaje a nuestros pensamientos. Se trata de las historias que nos contamos a nosotros mismos y que, o bien nos permiten creer y tener fe en la belleza y el amor, o bien limitan nuestras creencias, convenciéndonos de que somos menos y de que solo nos involucramos en relaciones rotas, gastadas y caducadas, o imposibles y

ya. Tenemos la capacidad, con nuestros pensamientos, de crear un mundo lleno de paz y amor, o uno que destruya cualquier sensación de esperanza. Esta es la antigua verdad filosófica: Somos lo

que pensamos. Desde el comienzo del lenguaje escrito, hemos valorado la mente por encima del corazón. Las palabras se han utilizado para separarnos. Pero los nuevos conocimientos (desarrollados por el HeartMath Institute) sugieren que el corazón está conectado al cerebro y que el cerebro es la sede del intelecto mientras que el corazón es la sede de la sabiduría.

Con el uso adecuado del aire, la mente habla desde el corazón de forma auténtica y honesta. El uso correcto del aire crea una mente inocente y curiosa, abierta a las posibilidades y sumisa a la dirección divina, incluyendo la fe en los milagros.

Si eres AIRE … debes hablar, escribir o leer, seguir tu propio ritmo (te aburres con facilidad) y aunque necesitas tener gente a tu alrededor, esta solo resulta interesante a ratos, por lo que eres incapaz de formar parte de un grupo por mucho tiempo. La libertad es tu llamada; la curiosidad es tu don. Deja que tu fascinación te dirija y te cambie. Te encanta escuchar historias, pero te guardas las cosas para ti. Si hablas demasiado de ti mismo, quedas expuesto, y si hablas mucho, dejas de hacer algo. No te límites a hablar; actúa. Se te dan bien los detalles, aunque digas que no te gustan. Eres propenso a la codependencia, lo que es un don y una maldición; si evitas las relaciones, puedes sufrir una soledad silenciosa.

TIERRA quiere proveer y servir. Su función es contribuir, trabajar. La Tierra sobrevivirá sin importar lo que los humanos puedan hacer con ella. El uso adecuado de la tierra implica un sentido de filantropía que tiene en cuenta a las generaciones venideras. Sus virtudes naturales son cuidar y compartir. Aunque esto pueda parecer una teoría espiritual, no lo es. El trabajo y el servicio son las razones por las que estamos en esta tierra. Este elemento puede manifestarse como autoritario o arrogante, pero también puede ser el máximo proveedor para el bien de

todos, bajando el cielo a nuestro plano terrenal.

Si eres TIERRA… estás aquí para arreglar, curar y ganar dinero para apoyar a otros. Tienes opiniones firmes, si no arrogantes, y estás decidido a hacer lo correcto. Eres fiable, seguro, posees y esperas cosas buenas, aunque siempre piensas que deberías hacer más. Las personas cercanas a ti prosperan y se sienten seguras. No eres abierto a nivel social, excepto por razones

profesionales. Alimentas tu ego con los reflejos externos de tus logros, aunque no buscas dinero o fama, sino un sentimiento de éxito y satisfacción por saber que has contribuido, que eres valioso y útil. Eres bondadoso y leal, pero si te traicionan te cuesta perdonar y olvidar.

FUEGO es honesto, justo y apasionado por las verdades contundentes y fuertes. Estamos en un momento crítico de nuestra historia, un momento al que podríamos calificar de desesperanzado

e irreparable. Pero el incansable optimismo de fuego puede llevarnos a la verdad y hacernos creer que nada está mal. El fuego es el elemento de la indulgencia, para bien o para mal.

¿Amas tu tarea de celebrar esta vida y lo haces con alegría y entusiasmo, o te escapas y te escondes? Como colectivo, estamos en un ciclo de fuego, todo o nada. Al fuego no le importa qué camino tomemos, si es hacia la creación o hacia la destrucción. El fuego es constante,

pero no se quema. Tiene el coraje y la tenacidad de enfrentarse a las duras verdades en lugar de entrar en la negación y la desesperación, de aferrarse a la fe para que podamos surgir de las cenizas hacia un mundo nuevo y mejor.

El fuego significa saber utilizar la ira como un impulso proactivo para crear un cambio en lugar de destruir. El fuego exige que nos pongamos de pie en nuestras vidas con honestidad y pasión.

Si eres FUEGO… estás aquí para inspirarnos y hacernos cosquillas. Quieres que la vida sea abundante, divertida y llena de energía. Siempre quieres una fiesta. Quieres enseñar o ganar. Puedes ser tanto ruidoso y entretenido, como tímido y reservado. Quemas la vela por ambos extremos, pero obtienes energía en el proceso. Cuando te entregas a la mejora de ti mismo y de los demás, no puedes ir despacio ni hacerlo con delicadeza. No te importa que los demás se enfaden o sientan celos de ti, aunque te sorprenda. Puedes sentir un enfado justificado, aunque necesitas entender el sarcasmo para que los demás no te hieran con él.

About The Author

Debra Silverman specializes in helping individuals achieve emotional health and wisdom based on their unique personality and the four elements: water, air, earth, and fire. She has over 45 years of professional experience working with families, individuals, and couples in private practice. Debra works with many of the top entertainers and celebrities of our time and has had the privilege to work with celebrities like Sting, Madonna, Aaron Rodgers, just to name a few. When Debra Silverman was 20 years old, she met an astrologer who blew her mind and changed her world forever. She had been officially introduced to the world of Astrology. It was then that she realized the stars in her own world had aligned just right, and she had found her life’s purpose. Debra went on to deeply study the mind and body, earning a Bachelor’s degree in Psychology and Dance from York University and a Master’s degree in Clinical Psychology from Antioch University. Over her more than 4 decades of practice, she has helped thousands of individuals around the world.

Product Details

  • Publisher: ITI En Espanol (October 25, 2022)
  • Length: 160 pages
  • ISBN13: 9781644116579

Browse Related Books

Raves and Reviews

“Debra ha creado un manual moderno y poderoso que nos guía a través de las antiguas enseñanzas de la sabiduría. Los cuatro elementos, las cuatro direcciones, son las piezas fundamentales de la sabiduría de los antepasados. Todos necesitamos que se nos recuerde lo que hemos olvidado, para que podamos soñar con la creación de un nuevo mundo”.

– Alberto Villoldo, Ph.D., autor de Shaman, Healer, Sage

“Me siento honrada de haber compartido mi cuento de fuego en el libro de Debra. Ella usó mi historia como un ejemplo de que el espíritu puede sanar, que la adicción se puede superar. La sabiduría elemental es un medio poderoso para cambiar tu vida. Lee y averigua qué elemento eres y observa la sabiduría desplegarse”.

– Colette Baron-Reid, autora de The Enchanted Map Oracle Cards

“Debra Silverman se destacó en medio de un mar interminable de mentores, terapeutas y sanadores. En nuestro primer encuentro, sentí que me conocía y me entendía; desde entonces me ha ofrecido orientación práctica. Este libro continúa haciendo lo mismo. El trabajo de Debra es intuitivo, inteligente, compasivo y directo, trae el cielo a la tierra de una manera que es inspiradora y fácil de entender. Estoy agradecida con Debra, tanto por ser una guía personal como por crear un libro tan significativo. La suya es una visión muy necesaria en estos tiempos complejos”.

– Seane Corn profesora de yoga y activista espiritual de renombre internacional. Sus DVD incluyen el t

“En medio del alboroto y del estruendo que nos rodea, necesitamos centrarnos para tomar decisiones, hacer una pausa y escuchar fuerzas que son mucho mayores que nosotros, pero que están ahí para nosotros... si prestamos atención. Debra nos ayuda a escuchar, comparte herramientas con delicadeza y, con este libro y con su trabajo, ayuda a la gente –como yo– a pensar y actuar desde un lugar de conexión”.

– Winona LaDuke activista nativo americana, ecologista, economista y escritora

Resources and Downloads

High Resolution Images

More books from this author: Debra Silverman